Tras varias semanas en España se empieza a antojar vestirse de fresco algodón blanco. En esta ocasión opté por un vestido blanco con manga tres cuartos y escote en “V”, que compré en una pequeña tienda artesanal de San Sebastián. Los zapatos son unas sandalias menorquinas, en una versión con una tela bordada y aplicaciones en plata, muy usadas por estos lugares. Los aretes, también un regalo comprado en esta región de Navarra, un chongo, sin maquillaje, sin más accesorios y a ¡disfrutar del hermoso verano español!
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