Ya pasaron 13 días del año, y aunque me propuse subir más entradas a este blog, al parecer es algo que se me sigue dificultando entre trabajo, visitas y las cosas que nos requieren tiempo y atención día tras día.
Pero aquí estoy empezando el año. A diferencia de mi vida en Brooklyn, en Miami el mes de enero es uno de mis favoritos, simplemente porque el clima en invierno es maravilloso aquí.
El sábado pasado, Cristina y yo lo pasamos juntas, las dos solas, y las actividades que realizamos en nuestra pequeña isla fueron tantas que terminamos exhaustas (yo más que ella).
Les dejo una serie de fotografías de mi colección Un día en imágenes. Simplemente porque éste fue un día práctimente perfecto, del cual quiero dejar constancia.
Iniciamos el sábado en la fiesta de 2 años de un compañero de Cristina. Aquí se divierte en el brincolín.
Cristina lució la camiseta que le regalaron los anfitriones, especialmente para que asistiera a la fiesta.
Todos los compañeros se pusieron “la camiseta”.
Una de las actividades preferidas de Cristina es brincar.
Los anfitriones de la fiesta, quienes son brasileños, escogieron como tema el futbol, y hubo juegos relacionados a éste.
En el cayo hizo un hermoso y caluroso día.
Cristina disfrutó mucho jugando con las pelotas de futbol.
Sin embargo, creo que lo que más gozó fue la mesa de los dulces.
Cristina probó todas las variedades de dulces
Y comió y comió dulces..
En realidad, no la podía separar de la mesa de las golosinas.
Cuando terminó de comer, finalmente decidió que era momento de volver a jugar.
Al finalizar la fiesta, fuimos un rato al arenero del playground.
Como yo necesitaba refrescarme con un poco de aire acondicionado, hicimos una parada en el centro comunitario un rato.
Y finalmente terminamos la tarde en la playa.
No hay como una tarde junto al mar.
Sobra decir que terminé empanizada en arena.
A Cristina le encanta probar el agua salada del mar.
Las dos juntas en el mar.

Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado