
Las mascadas siempre me han parecido un accesorio súper funcional y elegante. Cuando vivía en Nueva York las usaba, sobre todo en otoño y primavera junto con mi gabardina para resguardar mi cuello del frío en lugar de usar una pesada bufanda.
También son una excelente manera de vestir un suéter de color liso o darle a una playera estilo polo un toque chic y sofisticado. Aunque en Miami las uso mucho menos que en Nueva York, el llevar una buena mascada con una camiseta simple y jeans blancos, combinada con unas finas sandalias y una buena bolsa, es prácticamente un look seguro para casi cualquier ocasión.
En mis tiempos de televisión, fueron grandes aliadas para ocultar mi creciente panza de embarazo como puedes ver en éste, el último noticiero que hice para Vme, antes de irme a mi incapacidad por maternidad.
Aquí unos cuantos tips que he aprendido en estos años de coleccionar mascadas:
- Invierte en al menos una buena mascada: Al igual que las corbatas de los caballeros, la calidad de las mascadas hace toda la diferencia (fíjate que sean de seda). Hay de muchísimos precios y marcas, y pueden, según su tamaño, alcanzar los cientos de dólares. Sin embargo, no es tampoco necesario gastar toda una fortuna. Hay modelos vintage que se venden por internet que se pueden conseguir en buenos precios o tiendas de descuentos como Marshalls, que a veces tienen modelos anteriores por muy buenos precios (en Nueva York, una vez conseguí unas Ferragamo de seda por $99 dólares).
- Son atemporales: Una buena mascada es algo que no pasa de moda y podrás seguir usando muchos años. Eso sí, fíjate que el diseño te encante y que sus colores favorezcan a tu rostro.
- Se ven mejor con el cabello recogido o estilos cortos: En mi experiencia, las mascadas siempre me lucen más con el cabello recogido, ya que al agregar volumen en la zona del cuello, cerca del rostro, el usar el cabello suelto puede competir demasiado y romper el equilibrio.
- Limita tus accesorios: Al usar una mascada ya no es necesario recurrir a accesorios contundentes, sin embargo sí puedes permitirte unos aretes largos, una arracadas o numerosas pulseras en uno de tus brazos.
- ¡Cuídalas!: Una buena mascada de seda es una prenda que no puedes lavar a mano y que debes proteger de la lluvia y del maquillaje, así es que cada vez que la uses trata de no usar maquillaje muy pesado o labiales muy “glossy” que manchen fácilmente.
- Aprende a usarlas: Si quieres ver varias ideas y estilos sobre cómo usar tus mascadas, te recomiendo que bajes a tu teléfono esta aplicación de Hermés.
Maquillaje: Cortesía de Mary Kay
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[…] disfraz. Quedé simplemente encantada con este nuevo peinado. Es una nueva manera para usar todas mis mascadas, sobre todo en Miami, en donde por el clima es mucho más difícil que en Nueva York incorporarlas […]
[…] (Lee: Mascadas, excelentes aliadas) […]