Trabajar desde casa con niños en la era del internet no es un asunto fácil. La mayoría de la gente vio este video que se convirtió en viral en unas cuantas horas riéndose a carcajadas. Sin embargo, yo pasaba de la risa a la risa nerviosa para terminar finalmente en la angustia.
Si no lo has visto, te recomiendo que lo veas.
Antes de seguir, aclaro que la mujer al cuidado de los niños del entrevistado era la madre de los pequeños, no la niñera como muchos supusieron.
En mi caso, mi marido y yo trabajamos teniendo a nuestro cuidado niños de 5 y 2 años de edad, en una ciudad en la que no contamos con ayuda de familiares. Su cuidado recae en colegios privados, en varias niñeras y en nosotros mismos turnándonos para que el otro trabaje cuando el cuidado pagado (que nos cuesta una fortuna) ya no está disponible. Aún así no nos dan las horas y muchas veces tenemos que trabajar y cuidar niños al mismo tiempo.

No hace ni una semana que mi niñera, por causas de fuerza mayor, no pudo venir a trabajar, y yo me quedé sola con mis hijos por la tarde cuando aún me quedaban varias horas de trabajo con las que cumplir. No es la primera vez que pasa esto. Ni la primera vez, que aún estando ella, mi hijo de dos años se niega a estar en otro lado que no sea el regazo de su mamá.
Trabajar desde casa con niños en la era del internet, ¿es más presión?
Es ahí cuando pasan por mi mente todos los escenarios posibles. ¿Llamo y pido el resto de mi día por enfermedad? ¿Voy corriendo al Starbucks más cercano? ¿Me salgo al balcón e ignoro que mi hijo berrea porque quiere estar conmigo y no con la nana? ¿Los encierro en el cuarto? ¿Hago como que se desconecta la videoconferencia y me disculpo diciendo que tengo problemas técnicos? ¿O simplemente digo la verdad con las consecuencias que ésta traiga?

Sobra decir que la presión y el estrés es aún peor que en mis más agitados días de cierre en la redacción de un periódico. Se espera que al trabajar desde casa con niños cumpla profesionalmente con mi trabajo y que sea buena madre al mismo tiempo. Esto muchas veces es simplemente imposible si me atengo a mis conceptos previamente formados de “profesionalismo” y “buena crianza”.
Cuando no se tienen opciones
El dejar de trabajar para ser “buena madre” económicamente no es una opción para mi familia. Obviamente el seguir trabajando y ser una “mala madre”, tampoco.
Así es que lo único que me queda es exponerme a lo que este pobre hombre vivió. En una entrevista en vivo con la BBC sus hijos irrumpen en el cuarto y su esposa, cual ninja, entra arrastrándose a hacer malabares para sacarlos de ahí.
Podría pensarse que esto es algo que nos pasa a las mujeres de hoy que lo queremos todo. Sin embargo, esta escena no es exclusiva mía, pues mi marido, quien tiene su oficina fuera de casa, también se ve expuesto a este tipo de situaciones. Al tener que trabajar a deshoras y fines de semana por la naturaleza de su trabajo requiere estar en comunicación con otros continentes y disponible prácticamente las 24 horas los 7 días de la semana.

Este video es muy tierno y gracioso al ver a los dos niños llegando juguetones con su papá quien se encuentra en medio de una importante y seria entrevista con la BBC. Sin embargo, en el mundo real cuando uno está en una videoconferencia o en una llamada telefónica, por lo general los presentes no están dispuestos a tolerar berreos y chillidos infantiles. Ni disculpas para ausentarse a llevar al niño a cambiar de pañal o a darle agua. Se espera que se sigan las mismas normas de conducta que en una sala de juntas. La realidad es que uno abre las puertas de su casa y con ellas todas las probabilidades para que pase lo que normalmente sucede cuando hay niños.
La tecnología nos abre posibilidades
Con la tecnología llegó también la facilidad para trabajar desde cualquier lugar y a cualquier hora, sin tenernos que someter a perder valiosos minutos transportándonos. Esto nos conviene a muchos, incluyendo a las empresas para quienes resulta un gasto menos tener al empleado trabajando desde casa en vez de pagar por un lugar de oficina. Cada vez es más común que la gente realice labores profesionales desde su hogar con todas las ventajas —y desventajas— que esto representa.
La flexibilidad sobre desde dónde y a qué hora se trabaja llegó. Para quienes somos padres y tenemos que cumplir con las expectativas de un competitivo mundo profesional, la flexibilidad de poder vivir simultáneamente nuestras dos vidas no ha llegado aún. Y esto se pone aún más al descubierto al trabajar con niños desde casa.
Por eso, agradezco al brillante editor de la BBC, que decidió aprovechar el momento. Y con permiso o no del Profesor Robert E. Kelly nos mostró lo que sucedió. Sí, con gran dosis de gracia para quienes no estuvimos ahí presentes. Poniendo sobre la mesa la complicada realidad con la que muchos padres nos enfrentamos día a día.
Reader Comments
pobre hombre el del video, pero muy buen timing para lo que dices! Trabajar en casa es caótico!
Sí, tiene sus ventajas, pero requiere otro tipo de habilidades para poderlo sacar adelante. A veces extraño mis largos días en la redacción de El Norte, sin embargo teniendo hijos las complicaciones serían otras. Al final del día la etapa en la que tiene uno niños pequeños es muy gratificante, pero un reto muy grande estés en donde estés.
Ojalá llegue el día en el que la opción sea subirse al niño en brazos, hacer un chiste y seguir hablando. Estoy segura de que todos podríamos rendir más si no estamos preocupados por nuestros chiquitos o por la mala impresión que estamos causando. Loved the post…. En ese barco estamos muchos.
Sabias palabras, Alicia. No podría decirlo mejor. ¡Gracias!
A mi se me arrugó el corazón por la forma en que sacaron a los niños. Espero que a futuro veamos la posibilidad de poner el seguro a la puerta.
Yo pensé en lo mismo, Marlene. Pero precisamente hace unas semanas se quedó Guillermo encerrado en una de nuestras habitaciones, por lo que me dediqué a poner cinta adhesiva en todos los seguros de las puertas para que no volviera a ocurrir. Y en cuanto al rescate, creo que fue magistralmente logrado sin una sola lágrima. ¡Imagínate lo que sería de este profesor y su esposa si los niños hubieran llorado frente a la cámara en medio de todo! Te mando un abrazote.
Genial el Post Ana Cristina! me sentí completamente identificada. Esta semana he tenido situaciones como la del video aunque por suerte eran por teléfono y se disimulan un poco más…Con lo que más me identifico del video es cuando el profesor intenta seguir el hilo de la conversación pero, tan distraído por semejante lío atrás suyo, cierra los ojos, se nota que le es imposible concentrarse y pide perdón. Me pasa muy seguido cuando voy al médico con mis dos hijos y mientras el doctor me da una explicación a fondo, mis hijos hacen mucho ruido y destruyen la habitación. Pierdo el hilo de lo que me está diciendo y debo pedir “perdón, me puede repetir?”. Un stress!! 🙂
¡Gracias por tu comentario, Tere! Y sí, yo creo que no está lejos el día en que las reglas para quienes trabajamos de casa sean otras. 😉
No es fácil. Yo no tengo hijos, pero veo a mis colegas en medio de ese dilema y de querer estar en todas partes y cumplir con todo y no es fácil.
Mi hijo mayor cumple 18 en dos meses. Desde que nació trabajo en mi casa. Cuando nació el menor contrate una asistente para que tomara notas en las reuniones con mis clientes mientras amamantaba al segundo. Una vez hasta me quede dormida en el proceso. Por fortuna mis clientes siempre valoraron mi trabajo y el hecho de que no me avergonzara de mi maternidad ni de los avatares que acarrea. Creo que sobre todo valoraban que les dedicara tiempo a sus asuntos cuando tenia cosas tan importantes como criar y amamantar. Claro, deje de ser empleada hace casi dos décadas…
Jajaja, recuerdo siempre la situación del profesor Kelly, sus hijos y su esposa en plena entrevista de TV. En casa tenemos un inside joke de eso.
Siempre tuve sentimiento de culpa con mis hijos ya que cuando estaban pequeños no era tan comun lanopcion de trabajar desde casa. Pero creo que con hijos pequeños es tan complicado trabajar fuera como dentro de casa. Creo q trabajar desde el hogar con hijos pequeños exige una dosis mucho mayor de foco y paciencia para manejar los requerimientos de madre y profesional sin perder la cordura. Todo un reto sin duda